María Madre de los Servidores
“Cada uno de los pasos de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, cuando se consideran por separado”.
El Rosario está compuesto por veinte "misterios" (acontecimientos, momentos significativos) de la vida de Jesús y de María, divididos desde la publicación de la Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, en cuatro "rosarios".
El primer "rosario" comprende los misterios gozosos (lunes y sábado), el segundo los luminosos (jueves), el tercero los dolorosos (martes y viernes) y el cuarto los gloriosos (miércoles y domingo).
1. «Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro»
2. «En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén»
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Jesús, mi Señor y Redentor.
Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy,
y me pesa de todo corazón porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar,
y confío en que, por Tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de
mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
Hosanna, en el cielo.
Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna, en el cielo.
(se reza tres veces).
Ven Creador Espíritu, de los tuyos la mente a visitar,
a encender en tu Amor los corazones que de la nada te gustó crear.
Tú que eres gran Consolador, Don altísimo de Dios, fuente viva, amor, fuego
ardiente y Espiritual unción.
Tu tan generoso en dádivas. Tú, poder de la diestra Paternal:
Tú, promesa magnífica del Padre que al torpe labio vienes a soltar.
Con tu Luz ilumina los sentidos, los afectos inflama con tu amor;
con tu fuerza invencible fortifica la corpórea flaqueza y corrupción.
Lejos expulsa al pérfido enemigo, danos pronto tu paz,
siendo Tú nuestro guía toda culpa logremos evitar.
Denos tu influjo conocer al Padre, denos también al Hijo conocer,
y en ti, del Uno y Otro Santo Espíritu para siempre creer.
A Dios Padre alabanza honor y gloria, con el Hijo que un día resucitó,
y a ti abogado y consuelo del cristiano, por los siglos se rinda admiración.
Amén.
Oh, amado Señor, Padre Eterno en la Santa Trinidad;
te damos gracias y te glorificamos,
porque de tu Divina Voluntad glorificada
por los méritos del sacrificio perpetuo de tu amado hijo en la cruz
y en el sagrario; hemos recibido según su promesa,
los dones del Santo Espíritu, el amor, la paz y la gracia de la vida eterna.
Así como miraste con misericordia al amado Padre Pío de Pietrelcina
y lo llamaste a tu servicio, para hacerlo a tus ojos víctima de amor,
imprimiendo en su cuerpo las huellas de la pasión de tu amado hijo;
te pedimos humildemente aceptes por su entrega y servicio a tu hijo,
y por su intercesión; las súplicas que nosotros,
sus hijos espirituales
y servidores de la Comunidad Apostólica Servidores del Servidor,
elevamos a ti: Por el Papa.
Por la Santa Iglesia Católica.
Por nuestros Obispos y Sacerdotes.
Por nuestra Comunidad.
Por las almas.
Por nosotros pecadores.
Por los más humildes, menesterosos y abandonados miseritos.
Y especialmente por la necesidad que ahora te entregamos a la luz del Espíritu
Santo desde el fondo de nuestros corazones… (hacer la petición personal en
silencio).
Confiados en tu bondad e infinita misericordia te suplicamos
según tu Santa Voluntad, nos concedas lo que te pedimos
por intercesión del Santo Padre Pío,
sí es para nuestro bien y salvación.
Gracias, mi Señor.
Confiados en tu divina providencia danos entonces la fe para glorificarte,
danos la esperanza para adorarte y danos la caridad para amarte haciendo con nuestros hermanos según tu palabra.
Padre Nuestro, Ave María y
Gloria.
Primer Misterio Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios
«Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la virgen era María» (Lc 1,26-27).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Santo padre Pio, ruega por nosotros y fortalécenos en el servicio.
✓ Jesús amo tu cruz, amo mi cruz.
Segundo Misterio Gozoso: La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
«En aquellos días María se puso en camino y fue aprisa a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando a voz en grito, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"» (Lc 1, 39-42).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ San José, haz crecer en mi la fe, que en ella encontraré la esperanza y la caridad.
✓ Jesús sois mi señor, sois mi Dios, a vos me debo, a vos me doy. Que mi servicio sea para vos.
Tercer Misterio Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén
«Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento» (Lc 2,1-7).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Todo tuyo soy, oh, María, y todo cuanto tengo tuyo es.
✓ Jesús manso y humilde de corazón, has mi corazón semejante al tuyo.
Cuarto Misterio Gozoso: La presentación de Jesús en el Templo
«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor» (Lc 2, 21-24).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Sagrada eucaristía, vive en mi cada día.
✓ Padre eterno, pon en mi corazón la cruz de Jesús, para dar tu amor.
Quinto Misterio Gozoso: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
«Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres...
Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas» (Lc 2, 41-47).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Trinidad Santa te entrego mi corazón, recíbelo.
Primer Misterio Luminoso: El Bautismo en el Jordán
«Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco"». (Mt 3,16-17)
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Santo padre Pio, ruega por nosotros y fortalécenos en el servicio.
✓ Jesús amo tu cruz, amo mi cruz.
Segundo Misterio Luminoso: Las bodas de Caná
«Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: "No tienen vino". Jesús le responde: "¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora". Dice su madre a los sirvientes: "Haced lo que él os diga"». (Jn 2, 1-5).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ San José, haz crecer en mi la fe, que en ella encontraré la esperanza y la caridad.
✓ Jesús sois mi señor, sois mi Dios, a vos me debo, a vos me doy. Que mi servicio sea para vos.
Tercer Misterio Luminoso: El anuncio del Reino de Dios
"El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio". (Mc 1, 15).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Todo tuyo soy, oh, María, y todo cuanto tengo tuyo es.
✓ Jesús manso y humilde de corazón, has mi corazón semejante al tuyo.
Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración
«Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz» (Mt 17, 1-2).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Sagrada eucaristía, vive en mi cada día.
✓ Padre eterno, pon en mi corazón la cruz de Jesús, para dar tu amor.
Quinto Misterio Luminoso: La institución de la Eucaristía
«Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: "Tomad, comed, éste es mi cuerpo"» (Mt 26, 26).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Trinidad Santa te entrego mi corazón, recíbelo.
Primer Misterio Doloroso: La oración en el Huerto
«Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a sus discípulos: "Sentaos aquí mientras voy a orar". Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: "Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: "Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú"» (Mt 26, 36-39).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Santo padre Pio, ruega por nosotros y fortalécenos en el servicio.
✓ Jesús amo tu cruz, amo mi cruz.
Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a la columna
«Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado» (Mt 27, 26).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ San José, haz crecer en mi la fe, que en ella encontraré la esperanza y la caridad.
✓ Jesús sois mi señor, sois mi Dios, a vos me debo, a vos me doy. Que mi servicio sea para vos.
Tercer Misterio Doloroso: La coronación de espinas
«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en su mano derecha una caña, y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: "Salve, Rey de los judíos"». (Mt 27, 27-29).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Todo tuyo soy, oh, María, y todo cuanto tengo tuyo es.
✓ Jesús manso y humilde de corazón, has mi corazón semejante al tuyo.
Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario
«Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. Lo condujeron al lugar del Gólgota, que quiere decir de la "Calavera"» (Mc 15, 21-22).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Sagrada eucaristía, vive en mi cada día.
✓ Padre eterno, pon en mi corazón la cruz de Jesús, para dar tu amor.
Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de Jesús
«Llegados al lugar llamado "La Calavera", le crucificaron allí a él y a los dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen"... Era ya eso de mediodía cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la media tarde. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito dijo: "Padre, en tus manos pongo mi espíritu" y, dicho esto, expiró» (Lc 23, 33-46).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Trinidad Santa te entrego mi corazón, recíbelo.
Primer Misterio Glorioso: La resurrección del Hijo de Dios
«El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado"» (Lc 24, 1-6).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Santo padre Pio, ruega por nosotros y fortalécenos en el servicio.
✓ Jesús amo tu cruz, amo mi cruz.
Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor al cielo
«El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios» (Mc 16, 19).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ San José, haz crecer en mi la fe, que en ella encontraré la esperanza y la caridad.
✓ Jesús sois mi señor, sois mi Dios, a vos me debo, a vos me doy. Que mi servicio sea para vos.
Tercer Misterio Glorioso: La venida del Espíritu Santo
«Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse» (Hch 2, 1-4).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Todo tuyo soy, oh, María, y todo cuanto tengo tuyo es.
✓ Jesús manso y humilde de corazón, has mi corazón semejante al tuyo.
Cuarto Misterio Glorioso: La Asunción de María al cielo
«Todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque el Señor ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1, 48-49).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Sagrada eucaristía, vive en mi cada día.
✓ Padre eterno, pon en mi corazón la cruz de Jesús, para dar tu amor.
Quinto Misterio Glorioso: La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado
«Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12, 1).
Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.
Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
✓ Trinidad Santa te entrego mi corazón, recíbelo.
Padres nuestro
Ave María
Gloria
9. Por las intenciones del Santo Padre, por las vocaciones religiosas, sacerdotales, misioneras y por las
comunidades laicales:
Padre nuestro, Ave María, Gloria
10. Salve Reina:
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve a ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce y siempre Virgen María!, Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar y gozar, las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
11. Ofrecimiento A La Virgen María
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a ti celestial princesa virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma vida y corazón mírame con compasión no me dejes madre mía. Mi corazón a tus plantas pongo hermosa María para que a Jesús lo ofrezcas junto con el alma mía. Amén.
12. Consagración A La Virgen María
¡Oh señora mía! ¡Oh madre mía! Yo me ofrezco en todo a ti,
y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón,
en una palabra, todo mi ser, y ya que soy todo tuyo oh, madre de bondad guárdame y defiéndeme, como hijo y posesión tuya. Amén
13. Oración A San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la pelea, sé nuestro amparo contra la maldad y las acechanzas del demonio. Reprímele oh, Dios, como rendidamente te lo suplicamos, y tú, príncipe de la milicia celestial, armado del poder divino, precipita al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que para la perdición de las almas andan por el mundo. Amén
14. Ángel De La Guarda
Santo Ángel de mi guarda, mi dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas en paz y alegría, con todos los santos Jesús, José y María, sí me desamparas que será de mí, Santo Ángel de mi guarda ruega a Dios por mí. Amén.
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
16. Oración final
Dulce madre no te alejes, tu vista de nosotros no apartes, ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes, y ya que nos amas tanto como verdadera Madre, haz que nos bendiga: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.